Su llegada al mundo cambió el mío por completo, y el tuyo, y a día de hoy sigue cambiándolo cuando menos lo esperamos. "me quita mi tiempo", "me estresa", "me reta y disgusta", eso y más, pero... nos ayuda a levantarnos con una sonrisa, porque nos espera en la cama escondido sin poder aguantarse la risa; o dormido con la boquita entreabierta y esa carita tan dulce. Hasta la mañana más justa de tiempo empieza bien. Porque amanezco a tu lado, y sale el sol en sus ojitos.
En cada reto que se presenta, él está esperando para recordarme por qué hay que seguir adelante. Cuando me siento sola, como una bofetada, su “mami ven”, me trae de vuelta a la tierra y me recuerda que nunca lo estoy porque él está en mi vida. Él es. En cada golpe de la vida tú me das aliento, y esos abrazos que no te nacen, pero que por mí, lo que haga falta, y me envuelves de realidad, de mi realidad. Tú eres. Y ya de vuelta a nuestro mundo pasamos lista... uno, dos, tres... Estamos todos de vuelta. Vamos a barrer las hojas del baobab ¿Le abrimos la puerta a las visitas?
En cada reto que se presenta, él está esperando para recordarme por qué hay que seguir adelante. Cuando me siento sola, como una bofetada, su “mami ven”, me trae de vuelta a la tierra y me recuerda que nunca lo estoy porque él está en mi vida. Él es. En cada golpe de la vida tú me das aliento, y esos abrazos que no te nacen, pero que por mí, lo que haga falta, y me envuelves de realidad, de mi realidad. Tú eres. Y ya de vuelta a nuestro mundo pasamos lista... uno, dos, tres... Estamos todos de vuelta. Vamos a barrer las hojas del baobab ¿Le abrimos la puerta a las visitas?
No necesitamos grandes lujos, no necesitamos adquirir más cosas materiales teniendo un mundo entero por redescubrir a su lado. Hacía tiempo que no veía a nuestro niño tan feliz como buscando minerales en mitad de la montaña, y llevándolos como el trofeo más valioso; como si pudieran brillar más que sus ojos. Descubriendo las casas de las arañas, que cazan engañando a los bichitos y todas esas cosas que no se aprenden delante de la tele. Oliendo todas y cada una de las flores que encontraba mientras tú las fotografías. Pinchándose con las archílagas por primera vez, y espero que por última. Lección aprendida.
Hacía tiempo que no me importaba tan poco todo lo demás, y es una sensación tan relajante... Puede que llegue a acostumbrarme a esto de recuperar el eje de mi vida. Puede que lo mejor que me haya podido pasar es que, ese eje, tenga nombre y apellidos; los tuyos y los míos. Todo lo demás son lujos cuando a nivel espiritual, mi casa son tus brazos y mi alimento su sonrisa.
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